Juan Carlos Valdivia Vilca

A los doce años de edad inicia su formación musical en el programa de cursos vacacionales de la ESFA Juliaca, a cargo de los profesores Cornelio Quispe, Roger Calsin y Fernando Montes; quienes encontraron en él, talento singular para la música. El año 1992 ante la evaluación del maestro Edgar Valcarcel, goza del ofrecimiento de una beca para el Conservatorio Nacional de Música, decidiendo continuar sus estudios de medicina.

Paralelamente a su formación profesional, postula a la ESMA Luis Duncker Lavalle en Arequipa, ocupando el primer lugar en la especialidad de músico profesional, con un puntaje sobresaliente pocas veces alcanzado, recibiendo clases de violín del maestro piurano Silverio Fiestas. Adicionalmente amplia sus conocimientos en teoría musical como alumno libre de la Escuelas de Artes de la Universidad Nacional de San Agustín y estudia composición e instrumentación en
forma autodidacta, creando sus propios métodos, aplicables a la música puneña con la utilización de la informática.

El contacto con los maestros Edgar Valcarcel, Virgilio Palacios, Oswaldo Aguilar y la amistad con Augusto Masías, Javier Salas y Fernando Montes, así como el estudio de las obras de los grandes músicos puneños contribuyen decisivamente en su dedicación y estudio de la música puneña.

En la foto con su esposa Elsa y su hijo Francisco.

Juan Carlos Valdivia, Elsa y Francisco

Juan Carlos Valdivia justifica su presencia en el ambiente musical puneño de la siguiente forma:

1988. Integra junto a su hermano Francisco, uno de los centros musicales de mayor formación técnica y dominio del departamento de Puno, el Centro Musical Enrique Miranda Campos de la ESFA Juliaca, participando en numerosos conciertos y concursos en el departamento, así como en la grabación de su LP en l991.

1992-1993. Forma parte de la Tuna Universitaria de la UNSA. Por invitación del maestro Augusto Masías se incorpora junto con su hermano Francisco al Centro Musical Víctor Masías Rodríguez, participando en la grabación de un cassette y ofreciendo varios conciertos en la ciudad de Arequipa.

1994-1998. Junto a sus hermanos Francisco y Fernando es invitado al Centro Musical Ayaviri, participando como instrumentista. Asume la dirección musical en 1997 logrando la grabación del primer CD de dicha institución y participando en el Concurso Departamental de Estudiantinas de ese año, demostrando a Puno que con la participación de músicos sin formación académica, es posible lograr un buen nivel interpretativo con dominio de las herramientas musicales convencionales; mediante el trabajo disciplinado, aprovechando el talento y preparación de directores e intérpretes formados académicamente.

1998. En Arequipa, a iniciativa de Augusto Masías se reactiva el Centro Musical Theodoro Valcarcel, teniendo como integrantes a los músicos del C.M. Víctor Masías y jóvenes formados musicalmente. En un concierto en el ICPNA se interpreta la Suite Puneña Nro. 2 del Maestro ayavireño Víctor Echave Cabrera, con la instrumentación de Juan Carlos Valdivia, mereciendo el reconocimiento del publico y la felicitación publica del maestro Augusto Masías.

1999. Es invitado al Centro Musical Rodolfo Montes de Oca de Puno, participando en el Concurso Departamental de Centros Musicales y Estudiantinas de ese año.

2000. Con el Centro Musical Theodoro Valcarcel de la ciudad de Arequipa estrena su arreglo para estudiantina del Poema Sinfónico del maestro Theodoro Valcarcel "El Peregrino ante el Templo del Sol" en el Concierto de Homenaje al Primer Centenario del nacimiento del ilustre músico puneño. Asimismo continúa en el Centro Musical Rodolfo Montes de Oca, y junto con sus hermanos participa en el XX Concurso de Estudiantinas por el aniversario de la Fundación de la ciudad de Puno, instrumentando los temas interpretados.

Su labor como compositor nos muestra obras de cautivadora belleza. En su música tanto popular como formal, podemos mencionar 20 huayños, 15 marineras, 3 valses y continuando con el trabajo de maestros como Echave y Béjar Pacheco en la búsqueda de nuevas formas de expresión musical, 2 kantutas, 1 andina y 1 peruviana además de diversas captaciones de música étnica del departamento, arregladas para piano, estudiantina, grupo de cámara u orquesta. Entre sus obras sobresalen: “Elegía” para orquesta, “Kusi wawa” para piano, la “Suite Homenaje a Echave”, con pasajes de solo para diversos instrumentos, que nos demuestran la habilidad del compositor para las piezas con instrumento solista.

En su música, predominantemente tonal, confluyen tanto motivos propios como la adaptación de melodías y ritmos nativos, los mismos que aunados a su fuerte personalidad adquieren características propias. Conociendo su obra comprobamos que nuestra música puneña tiene muchas posibilidades de desarrollo y formas dotadas musicalmente que ameritan su universalizacion. Como sabemos, Puno tuvo grandes maestros y compositores que se esforzaron por universalizar nuestra música (al igual que lo hicieran músicos profesionales de diversas nacionalidades en Sudamérica). Podemos afirmar que Juan Carlos Valdivia Vilca continua con esa labor, y trabaja por la evolución y desarrollo de la música puneña.